Los estudios demuestran que las interacciones con animales de terapia pueden disminuir el estrés en los humanos.
Jugar con o acariciar a un animal puede aumentar los niveles de la hormona reductora del estrés, la oxitocina, y disminuir la producción de la hormona del estrés cortisol. Estos cambios hormonales pueden ayudar a un niño nervioso a sentirse más relajado al leer en voz alta. Reducir el estrés también puede beneficiar la salud física.
En un estudio de 2001, los investigadores descubrieron que los pacientes que poseen mascotas con presión arterial alta podrían mantener su presión arterial más baja en momentos de estrés mental que los pacientes sin mascotas.
Otro estudio muestra que los dueños de mascotas también pueden tener mayores probabilidades de sobrevivir durante al menos un año después de sufrir un ataque cardíaco.
"Tanto la propiedad de mascotas como el apoyo social son predictores significativos de supervivencia, independientemente de los efectos de los otros factores psicosociales y el estado fisiológico", escribieron los investigadores de enfermedades del corazón. La ha estudiado esto.
Y en 2008, un grupo de investigadores italianos documentó la introducción exitosa de un perro de refugio a los pacientes de Alzheimer. Los pacientes recibieron cuestionarios y muchos respondieron que las actividades asistidas por animales (el perro como animal de terapia) eran beneficiosas.
No solo las empresas de tutoría introducen a los niños a los perros. Como se ve en este video, los estudiantes de la escuela primaria en Arizona pueden leer a los perros y cuidarlos en la escuela.
"Siempre se puede hablar con el perro, y el perro no va a juzgarlo", dice el director de la escuela.
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